La enfermedad periodontal también se conoce como la enfermedad de las encías
La enfermedad periodontal es una enfermedad que afecta al hueso y al ligamento periodontal que albergan los dientes. Para poder entender esta afección es importante diferenciar entre:
- Gingivitis: enfermedad que afecta a los tejidos blandos y es reversible.
- Periodontitis: enfermedad que afecta al hueso y al ligamento periodontal (ligamento que une los dientes al hueso) y es muy difícil de revertir, pero sí se puede frenar su evolución.
Debemos tener en cuenta que la periodontitis es una enfermedad muy prevalente a nivel mundial, tanto que en España, 1 de cada 10 pacientes la sufren a partir de los 35 años. Pero lo más alarmante es que, el 70% de ellos, no están siendo tratados. Es por esto que un gran número de población ni siquiera sabe que padece dicha enfermedad y acaban perdiendo sus piezas dentales sin saber la razón. Es aquí donde radica la importancia de visitar al dentista periódicamente (una vez al año), para poder hacer un diagnóstico y un tratamiento temprano.
También se debe tratar la periodontitis en pacientes que tienen implantes dentales, ya que, con el paso de los años, se ha demostrado que los implantes pueden sufrir una inflamación en sus tejidos circundantes llamada Periimplantitis (equivalente a la periodontitis), pudiendo producir la pérdida de los mismos.
Cómo se desarrolla la enfermedad periodontal
Diversos factores intervienen dando lugar a la formación de una película sobre los dientes, donde se acumulan las bacterias formando la placa bacteriana oral, que con el tiempo se convierte en sarro. Esta sustancia, no se puede eliminar sólo con el cepillado, sino que es un dentista el que debe hacerlo mediante una limpieza bucal.
Cuando el sarro no es eliminado, la enfermedad avanza y el paciente puede empezar a sentir dolor y sangrado de encías, dolor al masticar e incluso pérdida de piezas dentales, debido a la reducción del hueso de la encía que produce la enfermedad. Así, la enfermedad periodontal puede ir, desde una simple inflamación de las encías (gingivitis) hasta una fase más grave, conocida como periodontitis, que daña los tejidos blandos y los huesos que sostienen los dientes. Si la gingivitis no se trata, acabará convirtiéndose en periodontitis.
Cuando acudas a tu clínica dental de confianza, el dentista o higienista dental examinará la boca para ver si hay algún signo de inflamación de las encías. Le hará una serie de preguntas para conocer su historial médico, así como otros factores de riesgo que pudiera ayudar a la aparición de la enfermedad periodontal.
Asimismo, el dentista determinará si es necesario realizar una radiografía para ver si hay pérdida de hueso.
En el caso de que se observen signos de la enfermedad, se dirigirá al paciente al periodoncista, que es el especialista que lleva estos casos, y él determinará cuál es el tratamiento a seguir.
Factores que causan la enfermedad periodontal
Existen muchos factores por los cuales se desarrolla la enfermedad, y entre los más habituales (pero no tan conocidos) está la respiración oral. Y está normalmente asociada a un mal hábito de higiene oral.
Además de una higiene incorrecta, el hábito de fumar contribuye a que la enfermedad aparezca y avance, incluso afectando negativamente en los resultados de su tratamiento.
Por otro lado, existen otros factores que propician la enfermedad periodontal: la diabetes, los cambios hormonales, el embarazo, el consumo de ciertos medicamentos, la predisposición genética, sufrir otras enfermedades (cardiovasculares)…
Síntomas más habituales de la enfermedad periodontal
Los síntomas más habituales de la enfermedad de las encías son:
- Tener mal aliento.
- Encías rojas e inflamadas.
- Dolor o sangrado de encías.
- Dolor al masticar.
- Dientes sensibles.
- Encías retraídas.
¿Cómo se trata la enfermedad periodontal?
Lo primero que se debe hacer es intentar controlar la infección existente en las encías, cuando la haya. Luego, dependiendo de lo avanzada que esté la enfermedad y de las características propias del paciente, el tratamiento variará.
No obstante, lo que siempre incluirá cualquier tratamiento, es mejorar los hábitos de higiene dental en su casa. Estos hábitos incluyen varios cepillados dentales al día, usar seda dental o cepillos interdentales (para eliminar la placa que se queda entre los dientes) y acudir con cierta frecuencia al dentista para hacer limpiezas profesionales y/o raspado y alisado de las raíces. Conseguimos así, eliminar todo el sarro que existe por encima y por debajo de las encías, evitando la acumulación de gérmenes. En los casos más graves, cuando la limpieza bucal no soluciona el problema, se debe recurrir a la cirugía periodontal.
Si has notado alguno de los síntomas referidos anteriormente, no lo dudes y acude a tu dentista en Toledo, para que el periodoncista determine si existe o no la enfermedad y cuál es el tratamiento más adecuado en tu caso concreto.
